La enfermería como parte de un envejecimiento activo
Por: Licda. Daniela Oviedo Nuñez
Enfermera Profesional
¿Alguna vez nos hemos puesto a pensar
cómo será nuestra vejez? ¿ Si lo que estamos haciendo ahorita nos acerca a lo
que queremos ser cuando seamos adultos mayores?
El
envejecimiento es un proceso biológico propio de cada ser humano, que está
presente desde el momento en el que se nace, desde este momento todas las personas comienzan a envejecer. Si
bien es cierto, esto se va viendo como una pérdida gradual de ciertas
facultades, dentro de esta, las carencias también se van presentando a nivel, físico, social, emocional y mental.
Cabe destacar que para muchas personas el proceso de envejecimiento viene
arrastrando consigo una serie de mitos y estereotipos impuestos por una
sociedad que en ocasiones se encuentra desinformada sobre este tema.
La
promoción del envejecimiento activo, que es el tema central de este artículo
tiene sin duda alguna un peso considerable sobre toda la población, lo que se
transforma en todo un reto para el país, la meta es poder conservar una longevidad considerable,
pero con calidad de vida e independencia adecuada.
Todas
estas situaciones radican en como los jóvenes y adultos jóvenes y toda la
poblacion en general están viviendo hoy en día su vida, cómo se alimentan qué
hacen para cuidar su cuerpo y su salud tanto física como mental.
Por
tanto es esencial que los profesionales de enfermería como entes promotores de
la salud tengan importante influencia y participación en lo relacionado a la parte
de la educación continua sobre la adaptación de estilos de vida saludable, las
habilidades para la vida, cómo se aborde estos temas en el ámbito profesional,
tendrá grandes beneficios a futuro donde las personas de la tercera edad y sus
familiares pueden vivir con calidad de vida, sintiéndose bien consigo mismos,
logrando con esto resultados positivos en sus vidas, donde su salud mental y la de
los familiares se encuentren en un punto de equilibrio.
La
educación que se brinde por parte de los profesionales de enfermería que les facilite a los adultos y a toda la
población en general de tal manera en que pueden mantenerse saludables y con
bienestar a lo largo del proceso de envejecimiento y más, en donde los cambios
empiezan a hacerse más notorios, viene siendo un gran plus para garantizar de
esta manera la calidad de vida que la persona vaya a tener con el pasar de los
años.
Muchas
veces el paradigma centrado en la enfermedad hace que los profesionales no demos
tanta importancia a los procesos de educación, se educa cuando el proceso de
enfermedad ya se ha hecho presente y eso
pone en riesgo la salud tanto física
como mental, por eso, el ser agentes de cambio en la vida de las personas será
un beneficio tanto para ellos como para el profesional mismo, obteniendo
satisfacción por el bienestar de los usuarios.
Cuando
se llega a la etapa de la vejez, las personas adultas mayores se muestran con
muchos miedos e incertidumbres, esto debido a la gran cantidad de mitos y
estereotipos con respecto a esta etapa de vida.
Uno
de los temas más importantes en cuanto a este proceso de envejecimiento, es el
acompañamiento que se le brinde a la persona, ya que, si bien es cierto, los
seres humanos necesitan sentirse apoyados unos con otros, con esto siempre se
va a potenciar positivamente las
relaciones interpersonales, evitando así problemas de aislamiento, depresión,
ansiedad, entre otras.
El
acompañamiento que se le brinde al adulto mayor puede ser sin duda alguna un
factor indispensablemente protector en
el transcurso de este proceso. Las familias vienen a jugar un papel de suma
importancia para la persona adulta mayor ya que son la base esencial de la red
de cuido.. El sentirse apoyado por la misma familia le brindara un óptimo
proceso de adaptación durante el envejecimiento.
Un
adecuado acompañamiento implica muchas cosas, el proceso de envejecimiento es
un tema que le incumbre a toda la sociedad, y debe ser abordado como tal.
Cuando se llega a “viejo”, se maneja un concepto errado que se relaciona con
enfermedad o capacidades limitadas, se puede decir que, en el proceso de
envejecimiento, el adulto mayor se transforma en una persona con un deterioro
funcional de moderado a grave.
Es importante como agentes promotores de la
salud, tener la capacidad de establecer un vínculo que genera la confianza para
educar a las personas adultas mayores, a las familias y a las distintas
instituciones a las que el adulto mayor asista y con ello promover los grandes
beneficios que se pueden obtener con el acompañamiento y el poder fomentar las
relaciones interpersonales.
Cada
adulto mayor debe encontrar y velar por la manera en la que quiera vivir su
vejez, por esto es indispensable educarle con anterioridad, para ir forjando la
aceptación a su nuevo entorno, los adultos mayores que mantengan su autonomía e
independencia serán personas que conserven un grado de satisfacción más alto,
evitando con esto alguna alteración en su salud mental.
Aunque
la mayoría de las personas adultas mayores consigue llevar una vida plena
después de los 65 años, los índices de depresión en pequeños grupos de
población de adultos mayores siguen siendo alarmantemente elevados. Esto
debería impulsar a la investigación a desarrollar nuevos métodos para el
cuidado del adulto mayor, y es necesario educar a las nuevas generaciones para
que aprendan a detectar signos de posibles depresiones para tomar acciones y, a
la vez, ayudar a su futura vejez, que sepan que pueden confiar en los servicios
de salud mental y los servicios asistenciales.
Ser
enfermeros y enfermeras va más allá de una habilidad técnica, el personal de
enfermería cumple una gran labor en cuanto al poder ver a las personas como un
ser único de manera holística e
integral, una persona que necesita cuidados no solo físicos, también
espirituales. Desde que se está formando el personal de enfermería en las
universidades se inculca la importancia de ser un profesional con el cual el
paciente pueda tener la confianza de expresar sus sentimientos, esto se obtiene
por medio de la comunicación asertiva y el conocimiento del tema que él o la
enfermera tenga.
Cuando
un paciente, llega a su etapa de vejez, lo relaciona con muerte, muchas veces
se sienten cargas para sus familiares, es aquí donde empiezan las alteraciones
en su salud mental. Es verídico que cuando su salud mental se encuentra en un
desequilibrio la persona no puede estar bien, comienzan con depresiones,
ataques de ansiedad, pánico, desesperación entre otras.
El
papel de enfermería viene a jugar un papel importantísimo en el acompañamiento
y abordaje que se les brinde tanto a las personas adultas mayores como a su
familia. El impacto que puede tener la comunicación que se tenga con ellos
puede ser la guía que necesitan las personas para comprender la importancia de
adaptar hábitos saludables como un estilo inherente a la vida, con esto se
puede reforzar de gran manera la forma del envejecimiento y la promoción del
cuidado de la salud mental.
La
parte de la enfermería en busca de una mejor calidad de vida para las personas
viene a generar un impacto muy grande tanto a nivel físico, mental, social e
incluso económico, ya que con esta educación que se brinde, si las personas la
acogen de la manera adecuada, se verán disminuidas el gasto en la parte de
farmacología, beneficiando su vida y la de los familiares en muchas áreas de
vida.
Viéndolo
desde esta perspectiva, se puede considerar, que la enfermería educativa es
fundamental en la promoción del envejecimiento activo, donde todos podemos dar
un aporte positivo hacia una mejor calidad de vida, añadiendo salud por más años, donde se puedan crear proyectos que propicie
siempre la autonomía en los adultos mayores y que sean participe de una vejez
inclusiva, que disfruten de esta etapa de la mejor manera posible, entonces si
todos colaboramos en este tema tan importante para la sociedad ¿Cree que
podamos actuar sobre nuestro propio envejecimiento de manera positiva?
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